viernes, 3 de octubre de 2014

miércoles, 23 de julio de 2014

Los préstamos para estudiantes: otra mentira anunciada


Publicidad de los préstamos para estudiantes del banco de Santander en la U-Tad


El pasado mes de abril fui con mi hijo D. a una oficina del banco de Santander para solicitar ese préstamo que prometía “una formación de calidad al alcance de todos”. Fui por lo de “al alcance de todos”, puesto que se trata de una universidad privada y, aunque soy firme defensora de lo público, esta universidad es la única que oferta el grado que desea estudiar D.

Con mi aval y el de mi marido mi hijo solicitó el préstamo. Se trata de un préstamo para estudiantes, no lo olvidemos, este estupendo sistema por el que el gobierno pretende cambiar las becas, a las que no tengo acceso por mi situación de funcionaria con ingresos suficientes para pagar una universidad pública, pero que pronto podrían desaparecer, precisamente sustituidas por préstamos como este.

Y esto es una falsedad y una trampa. Veamos por qué.

El banco me solicitó todo tipo de documentos. Normal. Pacientemente los recopilé todos y los envié a la máxima brevedad posible. No tenía prisa, en realidad. El curso empieza en septiembre, así que solo empecé a preocuparme en junio (dos meses después) cuando vi que no había respuesta alguna. La empleada que llevaba las gestiones me informó muy amablemente de que tenían que esperar a la carta de pago de la matrícula (plazo en el mes de julio), pero que se solucionaría entonces todo muy rápidamente. Y que no me preocupara, que seguro nos concedían el préstamo. Esto fue como un mantra de ahí en adelante. Pronunciaban la frase cada dos minutos. Ella y el director de la sucursal, que era todo sonrisas. 

Me pidieron actualización de los documentos. Envié los documentos actualizados. Y llegó julio. La universidad nos hizo llegar los impresos de matriculación y volvimos al Santander, abrimos la cuenta de D., pagamos la matrícula, escuchamos el mantra cada dos minutos, volvimos a enviar los documentos actualizados... Esto fue el lunes 14. 

Empecé a preocuparme seriamente el martes. Cuando me llamó la empleada para pedirme los movimentos de mi cuenta corriente en el último año. Petición que consideré, creo que con razón, abusiva. Tuve que ceder, pero pedí que me enviara la petición por escrito (tengo pruebas de todo lo que escribo en mi correo electrónico). Al día siguiente, el director “todo-sonrisas” me llamó solicitando hablar personalmente en la oficina. 

Fue una larga (para mi gusto) conversación, en la que me ofreció otras opciones, supuestamente más favorables para mí, como trasladar mi hipoteca desde mi muy fiable ING a un banco (Santander) que cada vez me parecía más tramposo. Y ampliarla con el importe que necesitaba para sufragar los gastos de la carrera de mi hijo. 

El motivo: Santander no solía dar unos préstamos tan elevados con la simple garantía personal. 
¿Simple? Soy funcionaria. Mi marido cobra una pensión. No superamos el límite de esfuerzo calculado por ellos. “Todo-sonrisas” afirmaba que estábamos dentro de las condiciones. 
“¿Entonces por qué publicitáis esos préstamos para estudiantes?” Fue mi pregunta. “No te puedo decir”, fue la respuesta. 

Échate a temblar si esa es la alternativa a las becas.

Pues yo me negué a la propuesta. Para una ampliación de la hipoteca se la pido a mi banco, que es de fiar. Y más barato. Quiero lo que he pedido, exactamente. El préstamo para estudiantes que publicitáis.

Y, esa misma tarde, llegó una llamada suya. La última. Me pregunta que si soy hija única. ¿¿¿...???
“Es que si tu madre pusiera su vivienda como garantía...”. 
Hasta ahí llegué. Le pedí una respuesta a mi solicitud en el plazo de dos días. Respuesta que no ha llegado. Solo me ha ofrecido tener preparada toda la documentación aportada por si quiero recogerla para presentarla en otro sitio.

No solo le han denegado a D. el préstamo. Nos han hecho perder tres meses para conseguir una ayuda. El NO podrían habérnoslo dado en el plazo de dos semanas, puesto que sus criterios están claros. No existen o están preconcedidos. 

La reflexión: ¿Para quién van a ser los préstamos cuando el gobierno elimine las becas? 

martes, 13 de mayo de 2014

Preguntas frecuentes en griego y latín

Los sitios "φοιτῶσαι ἀπορίαι" (FAQ o preguntas frecuentes en griego clásico) y "Frequenter allatae quaestiones" intentan ofrecer una explicación de todos aquellos conceptos gramaticales por los que suelen preguntar nuestros estudiantes. Quieren ser una herramienta útil y práctica, no un manual exhaustivo sobre las dos lenguas. Están orientados a alumnos y alumnas de bachillerato. Por tanto, han de estar redactados en un lenguaje inmediato y sencillo, y no extenderse en detalles que, aunque interesantes, puedan dificultar su comprensión. Al mismo tiempo, deben albergar la información necesaria.

Están ordenados en 6 grandes bloques desplegables: uso de la wiki, consejos generales, glosario, morfología nominal, morfología verbal y sintaxis.

Cuenta con paradigmas, ejemplos y breves explicaciones, lo más sencillas posible, insistiendo mucho en los conceptos que habitualmente les presentan más problemas de comprensión. Incluimos explicaciones directamente referidas al castellano, puesto que nos plantean dudas conceptuales de todo género.


Junto a estos datos también ofrece enlaces internos para facilitar la búsqueda de la información: el glosario, el motor de búsqueda de la  propia wiki, el mapa del sitio y, por si no fuera suficiente,  un contacto de correo al que pueden dirigir preguntas sobre las dudas no resueltas.

Como cualquier otro sitio destinado a este fin está en permanente construcción por sus autores: Meli San Martín y Javier Almodóvar (IEDA):